Proyecto

Hotel+Spa en Sollana

El objetivo consiste en llevar a cabo el desarrollo del proyecto de un establecimiento hotelero, con SPA y restaurante, apoyado del programa de servicios necesarios para el funcionamiento del complejo. El proyecto se ubica en la localidad de Sollana,concretamente entre el casco urbano y el Parque Natural de la Albufera. Desde un primer momento ya se establece la premisa de no hacer ninguna operación arquitectónica que pueda ser agresiva con el entorno del proyecto, a lo cual se responde con una volumetría sencilla, de poca altura y que aglutina el programa de manera lógica y legible. En el complejo hotelero se resalta sutilmente su identidad de hotel significando la pieza de habitaciones, que posee vistas privilegiadas sobre la huerta, sin que nada pueda interrumpir su visión, dada la horizontalidad del paisaje. La pieza de habitaciones es pues, la que marca la filosofía del proyecto, una pieza que se eleva en el paisaje, pero muy poco, levitando sobre su base de piedra y proyectando una sombra sobre ésta. Cruzando por debajo, de manera ortogonal, se sitúa la pieza que da lugar a la segunda parte del programa: el Spa. Se trata de un volumen prismático de una sola planta que pasa por debajo de la caja de habitaciones sin tocarla, resaltando la levedad de esta.

Por último, y articulando estas dos cajas se encuentra la base de piedra de la se hablaba antes, un prisma que aglutina la tarea funcional más importante: en él se distribuyen las circulaciones y los flujos de manera compacta y eficaz. Se podría decir que lo operación volumétrica es el reflejo de la síntesis del programa leyéndose claramente todas las funciones que tienen cabida en este proyecto. Unas funciones, éstas, que además se han organizado en el proyecto en torno al parámetros de orientación y soleamiento, sacando el mayor provecho y eficiencia posible.El resultado en planta del desarrollo del esquema funcional no sólo soluciona las exigencias del programa interno del Hotel, sino que también resuelve el exterior, espacios habitables y dotados cada uno de ellos de su propia identidad. Es decir que, las funciones que se resuelven en el espacio que forma parte del interior generan otras funciones en el exterior.